🐶🐜 Si tienes garrapatas y pulgas Firulais te dice cómo sacudírtelas 🦎
Había una vez un perro llamado Firulais, que era más flojo que un gato en domingo. Se pasaba el día echado bajo un árbol, rascándose la panza con una pata y suspirando por una vida sin responsabilidades.
En su lomo vivían dos inquilinos VIP: Gustavo, la garrapata emprendedora, y Paquito, la pulga influencer. Gustavo siempre hablaba de negocios turbios:
—Mira, Firulais, déjame multiplicarme y monto un cartel de garrapatas. Te pago con comezón premium.
Paquito, en cambio, era más moderno:
—Broooo, Firulais, sígueme en PulgaTok. Estoy subiendo tutoriales de “Cómo chupar sangre sin que te cache el humano”. 🔥
Firulais los toleraba porque, aunque lo picaban y lo hacían ver como si estuviera bailando reggaetón con tanto rascarse, al menos le daban compañía.
Un día, apareció un nuevo roommate inesperado: Rodolfo, el gecko motivacional.
—¡Señores, señores! ¡Digan NO a la pobreza energética! Si están aquí chupando sangre, es porque tienen MENTALIDAD DE ESCASEZ.
—¿QUÉ? —dijeron Gustavo y Paquito al mismo tiempo.
—Yo antes vivía detrás del refrigerador de una cocina. Oscuridad, humedad, cucarachas gritándome en la oreja… Pero un día dije: ¡Basta! Y ahora, ¡mírenme! Ando en el lomo de un perro con sol gratis y buffet de bichos.
—Oye, Firulais, este lagarto habla raro —susurró Gustavo.
—Lo sé, pero al menos no me pica.
Sin embargo, el problema llegó cuando Rodolfo comenzó a “inspirar” demasiado.
—¡Visualicen su éxito! ¡Pulga, no eres un parásito, eres un mini vampiro con branding! ¡Garrapata, tú no chupa—paras, tú inviertes en nutrición líquida! ¡Y Firulais… amigo, deja de mendigar croquetas, tú eres un LOBO con pésimo marketing!
Firulais se quedó pensativo. ¿Y si era verdad? ¿Y si en lugar de mendigar comida, robase comida? ¿Y si en vez de estar tirado, corría como el viento?
Con una nueva determinación, se levantó de golpe… y empezó a correr como loco.
—¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO, FIRULAIS?! —gritaban Gustavo y Paquito, mientras intentaban aferrarse a su piel.
—¡LIBERTAAAAD! —gritó Firulais, mientras saltaba sobre una barda, rodaba por el pasto y se lanzaba al río.
Para cuando salió del agua, Gustavo y Paquito flotaban inertes en el río. Rodolfo, en cambio, estaba pegado a su oreja, intacto.
—¡Bien hecho, amigo! ¡Viste lo que pasa cuando uno se sacude la mentalidad de pobreza!
Firulais lo miró con una ceja levantada.
—Mira, Rodolfo, me agradas, pero si no te callas, te dejo en una veterinaria llena de gatos.
Y así, Firulais se sacudió su pasado de picazón, Rodolfo aprendió a moderar sus discursos y Gustavo y Paquito… bueno, esperemos que hayan aprendido a nadar.
MORALEJA:
Si la vida te da garrapatas, ¡sacúdetelas a lo bestia! Y si un lagarto motivacional te habla demasiado… piénsalo dos veces antes de hacerle caso. 😂🔥🐶
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