🐸🦂🪰 La Rana, el Alacrán y la Mosca Metiche: La otra Fábula 🤣
Había una vez, en las orillas de un gran río, una rana bien relajada, un alacrán bien urgido y una mosca que no tenía nada mejor que hacer que meterse en lo que no le importaba.
Una soleada mañana, el alacrán llegó sudando la gota gorda y gritando:
—¡Ranaaa! ¡Necesito que me lleves al otro lado del río!
La rana, que se estaba echando su chapuzón mañanero, entrecerró los ojos y respondió con el nivel exacto de sarcasmo:
—Ah, claro, cómo no… nomás súbete y dime en qué parte de la espalda me vas a picar.
—¡No lo haré, lo juro por mi aguijón! —dijo el alacrán, poniendo cara de víctima.
—¿Por qué te creería?
—Porque si te pico, nos ahogamos los dos… ¡piénsalo, no me conviene!
La rana, que le gustaba presumir su inteligencia, se rascó la barbilla y pensó: Mmm… cierto, si lo pica, se mueren los dos…
—¡Está bien! —dijo al final— Pero si siento aunque sea un piquetito sospechoso, me lanzo en clavado contigo de cabeza.
El alacrán se subió emocionado y la rana comenzó a nadar. Todo iba bien hasta que, a medio camino, la rana sintió el piquetazo traicionero.
—¡AAAHHH, ALACRÁN IDIOTAAAA! ¡¿QUÉ HAS HECHO?!
El alacrán, con cara de tragedia, solo atinó a decir:
—¡Lo siento, es mi naturaleza!
Ambos comenzaron a hundirse mientras la rana berreaba:
—¡¿CÓMO QUE TU NATURALEZA, ANIMAL?! ¡TU NATURALEZA ES SER UN MEN…!
Antes de que se fueran al fondo del río, apareció una mosca chismosa que los había estado siguiendo desde la orilla y gritó con emoción:
—¡AJÁÁÁÁÁÁ! ¡LO SABÍAAA! ¡Les dije que era mala idea, pero nadie me hace caso, ¡nadieeee!
La rana, ya con un pie en el otro mundo, alcanzó a decir:
—Mosca… cof, cof… ¿te puedes ir a…?
—¡NO, NO, NO! ¡Antes de morirse, tienen que aceptar que YO tenía razón! ¡Dígalo, dígalo!
Pero antes de que pudieran mandarla a volar (literalmente), un pez glotón apareció y de un solo bocado se tragó a la rana y al alacrán.
La mosca, al ver la escena, puso cara de terror.
—¡NOOO! ¡NO SE VALE, YO QUERÍA MÁS DRAMA!
Así que, ni tarda ni perezosa, voló al bosque a contarle a todos los animales el chisme con detalles exagerados.
Minutos después, el pez, con el estómago revuelto, escupió a la rana y al alacrán en la orilla. La rana, empapada y encabritada, volteó a ver al alacrán.
—Dime una sola razón por la que no te haga croquetas de alacrán ahora mismo.
El alacrán, con voz temblorosa, respondió:
—Eh… ¿que ahora somos famosos en el bosque?
La rana suspiró y dijo:
—La próxima vez que una mosca metiche me advierta algo… ¡LE HARÉ CASO!
Moraleja: Si una mosca chismosa te dice que algo va a salir mal, créelo… porque las moscas del chisme NUNCA fallan. 🪰😆
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